“La mayoría de las veces, el deseo irrefrenable de los más pequeños por jugar o ver vídeos en el móvil o la tablet, no habla de de un rasgo de personalidad del niño, mas bien informa de la NECESIDAD de tener una “ VIDA OFF-LINE” más nutritiva.
Como sabéis tengo dos hijas pequeñas y mi vida transcurre en gran parte, entre parques, zonas infantiles, etc. Una y mil veces contemplo a mi alrededor como avanza la tragedia de los “NIÑOS ONLINE”. Estos contextos ¡NO son mi consulta!, no puedo decir, ni permitirme opinar, pues sería una intrusión en la elección de la familia. Pero os aseguro que me cuesta horrores morderme la lengua y no decirles: “Por favor, no le dejes el móvil “ La exposición temprana , así como la sobre-exposición a la tecnología tiene importantísimos efectos nocivos sobre el desarrollo infantil.
– Dificulta el desarrollo de la atención sostenida. Y la va a necesitar para resolver las tareas cognitivas escolares.
– Inhibe el sistema de implicación social. Y lo va a necesitar para vincularse, regularse emocionalmente y disfrutar de las personas que le rodean.
– Disminuye la tolerancia a la frustración y la capacidad de postergar los estímulos. Y creedme, la paciencia y la fortaleza interna se forjan en esas dos habilidades.
-La mayoría de las veces, el deseo irrefrenable de los más pequeños por jugar o ver videos en el móvil o en la tablet, no habla de un rasgo de personalidad del niño, mas bien informa de la necesidad de tener tener una VIDA OFF-LINE, más nutritiva. ¿A qué me refiero?
– Más experimentación. Un niño que no ha llegado a sentirse pleno en su cuerpo, es fácil que
se recluya a los placeres de la mente. La vida es lo que sucede fuera de la pantalla, pero muchos niños están conociendo el funcionamiento del mundo y las relaciones a través de google y youtube.
Más presencia de juego con sus padres. El abuso de tecnología en los niños suele informar de una incapacidad para DESCONECTAR en los adultos de referencia, y de la urgente necesidad de CONECTAR con nuestra capacidad adulta de jugar, disfrutar, tener tiempos en blanco, etc… Los adultos de hoy nos asustamos cuando nuestros hijos entonan el cántico de la era de lo rápido y fácil: “ME ABURRO”.
Parece que los padres y madres de hoy estamos programados para evitar que nuestros niños contacten con su SILENCIO INTERIOR. Les cubrimos de estímulos para que NO sientan lo que en realidad NECESITAN, ya que en la mayoría de las ocasiones el reclamo sería “que estés más conmigo”. Les entretenemos a cualquier precios para que NO toquen la sensación de INQUIETUD que produce “no saber qué hacer conmigo mismo”. No saber cómo automotivarme, proyectarme, o gratificarme. La pena, es que es justo esa sensación, la que produce crecimiento personal y subyace al desarrollo de la CREATIVIDAD.
¿Qué nos está pasando? La mayoría de mi generación recordamos con cariño cuando nos llamábamos al timbre y pasábamos horas jugando en el parque. Esos tiempos no volverán, pero nuestros niños tendrán que crear algo tan verdadero y real como esas tardes entre amigos, porque el ser humano tiene la necesidad de CONECTAR con otros seres humanos, y ninguna maquina, móvil, tablet, etc., puede sustituir eso. El imperativo biológico “CONEXIÓN” se modela en el primer gran contacto de nuestra vida:EL VÍNCULO CON NUESTROS PADRES. No se trata de “entretener “ a nuestros hijos, sino de estar, acompañar , etc.. A veces en sus juegos jugando; a veces en sus aventuras, mirando con asombro; a veces en sus emociones, sosteniendo. A veces, simplemente, confiando en su capacidad para crear, imaginar, y proyectarse, y NO asustándonos de su aburrimiento, de su vacío y de esa soledad compartida que nos conecta a todos los seres humanos. Porque un niño que ha conocido el gran placer de COMPARTIR, CREAR Y CONECTAR con otro, nunca preferirá una máquina.
CYNTHIA SANTACRUZ