Estamos preparados para defendernos cuando nuestro sistema percibe un peligro. Ante la crisis que estamos viviendo, nuestro cuerpo responde para adaptarse a una situación que escapa de nuestro control. Antes de que queramos elegir cómo responder a esta situación, nuestro cuerpo ya está mandando señales de alerta cuando percibimos del exterior el peligro. Muchas de las respuestas son automáticas.
Nuestro Sistema Nervioso se organiza en torno a dos grandes sistemas
- Sistema Nervioso Simpático: RELACIONADO CON EL ESTRÉS Y ANSIEDAD. Prepara a nuestro cuerpo para responder a situaciones que requieren estados de alerta o fuerza. Activando los mecanismos de afrontamiento de lucha o huida frente al peligro. Cuando esto ocurre nuestro cuerpo libera hormonas del estrés, entre ellas el cortisol y la adrenalina desencadenando una serie de reacciones en todos los órganos de nuestro cuerpo.
- Sistema Nervioso Parasimpático: RELACIONADO CON LA RELAJACIÓN Y CALMA. Es el responsable de la regulación de los órganos internos, la digestión y las actividades de reposo y descanso. Este sistema está controlado por el nervio vago. Si activamos este nervio, regulamos nuestros estados emocionales y nuestro cuerpo vuelve a la calma y la seguridad.
Por encima de estos dos sistemas que regulan nuestro cuerpo nos encontramos nosotros mismos, nuestra CONSCIENCIA, nuestra atención, nuestra capacidad de elección. Pero nuestro instinto de supervivencia reacciona antes que la razón. Por ello no podemos elegir no sentir miedo, enfado, frustración o soledad. Pero si podemos elegir qué hacer con ello cuando lo sentimos en el cuerpo.
En nosotros se encuentran todos los recursos que nos llevan a recuperar la seguridad, tenemos la llave que activa la calma, solo hay que aprender a descifrar nuestro cuerpo y activar los mecanismos de regulación y recuperación.
Las reacciones emocionales y su intensidad así como la capacidad para gestionar nuestras emociones y recuperarnos son diferentes en cada uno de nosotros. Unas personas reaccionan con más altos niveles de estrés ante las mismas situaciones y sus sistemas tardan más en recuperarse. Se dice que tener un tono vagal alto, es decir que nuestro nervio vago (Sistema Parasimpático) esté activo hace que nos lleve menos tiempo recuperarnos del estrés. Nuestro tono vagal de base depende de muchos factores.
Los primeros años de nuestra vida son esenciales en este aspecto dado que durante este tiempo es cuando se completa el desarrollo y la organización de nuestro Sistema Nervioso. Nuestro temperamento unido a cómo gestionaron nuestras emociones, en estos primeros años, marca esta predisposición, influyendo significativamente si durante estos años se vivieron situaciones estresantes o traumáticas.
Nuestro refugio interno volverá a la seguridad
Nosotros no somos lo que sentimos y pensamos, no somos lo que nos pasa. Somos la CONSCIENCIA que observa lo que pasa. Desde ésta consciencia que siempre vive en el presente, tenemos el poder de transformar el miedo en seguridad, de transformar el estrés en calma y la incertidumbre en confianza. Es nuestro refugio interno que siempre está ahí, que nadie te puede quitar, al que siempre puedes acceder.
La conexión con la respiración, el yoga, la meditación o los ejercicios de enraizamiento son actividades que refuerzan la conexión con nuestro espacio seguro interno. Estos ejercicios aumentan el tono del nervio vago y activan el Sistema Parasimpático. Devolviéndonos la calma y la seguridad.
He grabado dos meditaciones especiales que facilitan la conexión con nuestro refugio interno para regular nuestros estados emocionales, una para niños y otra para adultos. Espero que las disfrutéis.
Meditación para adultos: https://www.youtube.com/watch?v=TeXOkolTiKI
Meditación para niños: https://www.youtube.com/watch?v=6bkofg47k3E&t=40s