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DEL MIEDO AL CORAZÓN


El miedo es una emoción da muuucho de si, casi tanto como el AMOR.

Hoy voy a compartir algunas ideas para ayudar a niños y niñas a manejar esta emoción, pero antes necesito que hagamos una pequeña reflexión que nos ayudará a entender mejor el funcionamiento del miedo.

Pensar que en lo más profundo de nuestro ser, en nuestro origen, sólo existen dos emociones AMOR y MIEDO. Todo aquello que nos hace fluir, sentirnos plenos y serenos, está relacionado con el AMOR en cualquiera de sus manifestaciones; amor por la naturaleza, amor por otras personas, o el más importante de todos el AMOR POR NOSOTROS MISMOS. Y en el otro extremo llenando de sentido la dualidad interna que nos caracteriza, el MIEDO. El miedo surge en todos y cada uno de nosotros nada más nacer como resultado de NO SENTIRNOS AMADOS. Os explico a qué me refiero. Cuando nacemos necesitamos tanto que exista otro que nos cuide, nos mime, nos atienda, que la NO presencia de un adulto o el simple hecho de que no satisfagan nuestras necesidades cuándo queremos , cómo queremos nos genera una profunda angustia existencial también conocida como el MIEDO A MORIR.¿ Nunca habéis oído a un bebe hambriento llorar ¿ “parece que le están matando” dicen las sabias abuelas. Nadie está dañando al bebé, pero el no hacer, el no estar, sumado a la falta de noción del tiempo hace que bebé active todas sus alarmas con el fin de movilizar a su cuidador/a y así calmar esa intensa sensación de peligro= MIEDO. Nadie ha sido criado por adulto adivino que supiese a cada instante lo que necesitábamos es por esto que todos y cada uno de nosotros compartimos este miedo, podríamos decir que es condición para EXISTIR. Cuando vamos creciendo, nuestra mente que es tan evolucionada como primitiva, aprende a vestir con muchos y diversos atuendos ese MIEDO PRIMIGENIO. Ejemplos. Miedo a que no me elijan, miedo a que me hagan daño, miedo a descontrolarme, miedo a las alturas, miedo al abandono. Son todos hijos del mismo miedo original.

Los niños suelen ser un catálogo de miedos dependiendo de su momento evolutivo, empezando por el miedo a que mamá y papá no estén (ansiedad de separación) pasando por la oscuridad, los animales, los ladrones, hasta la  muerte y las catástrofes de cualquier tipo.

¿Cuál es el papel de padres, madres, cuidadores, maestros, etc…?

¿Cómo debemos intervenir en el manejo de esta emoción?

La neurociencia ha demostrado que cuando sentimos miedo se dispara el cortisol en nuestro cerebro teniendo nefastos efectos en el desarrollo del bebe. Por esta razón todas las corrientes actuales de crianza abogan apoyándose en la ciencia, por no dejar a los niños llorar, sostenerles y atenderles con el fin de conectarles con el amor en forma de “sé que me necesitas y te atiendo” y evitar el miedo de “necesito a mi mamá/papá pero nadie me atiende”. Tan necesario es atenderles como frustrarles, y en esta apoteósica labor nos volvemos medio locos padres y madres buscando el equilibrio exacto que nos permita criar hijos seguros y bien autorregulados.

Queridos guías infantiles  (padres, madres, abuelos, maestros, monitores etc.) educamos con MIEDO, es inevitable y debemos ser conscientes de cómo y para qué lo utilizamos:

El miedo hará nuestra función reguladora en los impulsos del niño cuando nuestros ojos y nuestras manos NO lleguen, cuidando así de su integridad física. “En el mundo hay cosas peligrosas y nosotros tenemos que enseñarte a relacionarte con ellas”.

EJEMPLOS:

  • “¡NO CRUCES LA CARRETERA!, que te puede pillar un coche.”
  • “NO te asomes tanto a la ventana que puedes caerte.”

Si lo hacemos en su justa medida, no siendo demasiado protectores ni dejándoles desprotegidos un día ese pequeño/a transformará el “susto” por RESPETO y AMOR hacia él /ella mismo.

El miedo a perder el amor de los otros tendrá una importante función en la autorregulación y propiciará en los niños la aparición de  conductas sociales. Aprendiendo a discernir entre lo aceptado/permitido y lo rechazado/no permitido acercándole a tener una conducta prosocial.

EJEMPLOS:

  • “Cuando me hablas así no quiero estar contigo.”
  • “Si me pegas no quiero ser tu amigo.”

Y de la misma manera, si lo hacemos bien un día podremos cambiar ese miedo a NO GUSTAR, NO SER ACEPTADO, por AMOR hacia mí mismo y hacia los demás y una conducta RESPONSABLE conmigo y con los demás.

El miedo nos acompaña en nuestro proceso de crecimiento, lo cual no significa que no podamos construir a los niños y niñas fuertes alas que les permitan volar con seguridad.

¿Cómo debemos reaccionar cuando los niños muestran o hablan de su miedo?

El miedo como cualquier emoción se atiende con la regla de las 4 ES( te invito a que visites ese post en Facebook o en nuestro blog)

  • No cuestionamos la emoción. La entendemos, la legitimamos, en definitiva la PERMITIMOS. “Es normal que sientas miedo”.
  • Acompañamos al niño, con nuestra presencia o compartiendo como nos hemos sentido nosotros ante nuestros miedos.
  • Le damos opciones para manejar esa emoción. “¿qué te gustaría hacer con ese miedo?

Lo normal en el proceso evolutivo de cualquier niño es que aparezcan miedos pero…

¿Qué hacemos cuando el miedo es grande y limitante?

Si tu hijo/a  tiene grandes miedos que le imposibilitan disfrutar de la vida con naturalidad te invito a que revises estos puntos que pueden ayudarte a entender la fuente de su angustia.

1º) REVISAR el entorno, el contexto y las rutinas del niño.

En ocasiones el miedo desproporcionado a una situación u objeto surge como una simbolización de una situación de estrés y desasosiego interno de los niños (esto es lo que el psicoanálisis llamaba “desplazamiento del objeto” temido). Valorar si está sometido a mucho estrés, exigencias, o si está viviendo situaciones que no sabe manejar. Actualmente muchos niños son expuestos de manera prematura a imágenes, información o contenidos audiovisuales que no están preparados para procesar. ¡Cuidado con la TV E INTERNET!

2º) PREGUNTAROS ¿Cómo de seguros os sentís los papas? ¿Cuánta confianza tenéis en vosotros mismos?

Los niños aprenden a relacionare con el mundo a través de nuestros ojos. Vuestras sensaciones y emociones son los representantes del mundo real en el foro interno de vuestros hijos.

¡CUIDADO CON LA SOBREPROTECCION!

Los niños y niñas sobreprotegidos pueden tener los mismos síntomas y dificultades que los que han vivido situaciones de negligencia y desprotección.

La sobreprotección crea dos mensajes en el interiro de los niños.

1) El mundo es PELIGROSO, DIFICIL, COMPLICADO.

2) Yo te suplo, porque tú NO PUEDES.  Y aquí ya la hemos liado. Lo que tratábamos de hacer desde el amor y el cariño se convierte en una herida de valoración y seguridad.

3º) Consultar con un especialista. En ocasiones el miedo está relacionado con separaciones tempranas, hospitalizaciones o a niveles muy internos con impulsos agresivos inconscientes de los propios niños, que aparecen en el mundo consciente a través de algo que el niño pueda manejar como concreto EJMPLO: “miedo a que haya un atentado”.

Aquí necesitareis de la ayuda de un especialista para desbloquear a vuestro hijo y facilitarle la transición hacia una nueva identidad más fuerte y segura.

Cynthia Santacruz